Paris

Grand Palais

El Grand Palais es un ejemplo claro de lo que fueron las Exposiciones Universales en París. La ciudad se viste de fiesta para recibir a viajeros de todas partes del mundo, en plena Belle-Epoque, en el momento en que pensábamos que el progreso de la humanidad era al máximo.

En el 1900, la Exposición Universal era en París. Inauguran el metro y crean 77000 metros cuadrados para recibir exposiciones de todas partes del mundo. Sólo demoró 3 años de construcción y su estilo arquitectónico refleja el gusto de la decoración ornamental a través de sus fachadas de piedra. Que mejor descripción que la inscripción escrita sobre uno de sus muros: “Monumento consagrado por la República a la gloria del arte francés”.

Lo más impresionante en esa época fue su gran cúpula o bóveda de vidrio, construido en hierro y acero ligero cuya misión principal era dejar entrar la luz. Aquella luz tan necesaria para un museo y en una época donde el alumbrado público no era común.

Durante la primera guerra mundial sirvió como refugio de las tropas coloniales y durante la segunda los alemanes lo utilizan para estacionar sus vehículos militares.

Un dato curioso es que en los años 60 había un proyecto de eliminar el edificio y colocar una obra de Le Corbusier. Sólo la muerte del arquitecto impidió que esto no ocurriera.