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La Coronación de la Virgen
Rafael Sanzio 1502-1504.
Este cuadro fue un encargo a Rafael por Maddalena degli Oddi para la iglesia de San Francisco en Perugia. El pintor realizó una de sus clásicas composiciones simétricas, dividida en dos niveles que separan la tierra del cielo.
El tema es la asunción de la Virgen en cuerpo y alma al cielo, con la corona de Jesucristo entre un coro de ángeles músicos y cantores. En la tierra queda el sepulcro de piedra, lleno de flores, y los apóstoles y discípulos asombrados, contemplando el milagro como seres privilegiados.
Esta es una obra llena de armonía y belleza. El sepulcro está copiado de los sarcófagos romanos hallados en las excavaciones y el paisaje es una imagen de la campiña italiana, serena e iluminada suavemente con una luz que homogeneiza y hace comprensible toda la escena. En la predela del retablo podemos contemplar tres historias de la Virgen: la Anunciación, la Adoración de los Magos y la Presentación en el Templo.
Tips
Según el texto apócrifo "El tránsito de María", y que se le ha atribuido a José de Arimatea, Tomás fue el único testigo presencial de la Asunción de María al cielo. Se dice que los demás apóstoles habrían sido transportados milagrosamente a la escena de la asunción, en Jerusalén, para ser testigos del hecho. Tomás se habría quedado en la India, pero tras el entierro de la Virgen habría sido transportado a la tumba de María, donde presenciaría a solas la elevación en cuerpo y alma de la madre de Dios al cielo, desde dónde le arrojaría su cinturón.
Aunque también existe la versión de la "Leyenda Dorada", compilación de relatos bíblicos reunida por el dominico Santiago, que dice que son el resto de los apóstoles quienes presenciaron el tránsito de María y Tomás, por estar en la India, no es partícipe del acontecimiento, por lo que los otros deben mostrar el cinturón como prueba de lo que han visto.