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Monumento San Martín
El monumento al General San Martín fue realizado en dos etapas. La primera estuvo a cargo del escultor francés Louis Joseph Daumas a quien, en primera instancia, el gobierno chileno le encomendó la escultura de San Martín para dicho país. Seguidamente, y solicitado por el gobierno argentino, el escultor hizo una réplica para este país con algunos detalles distintos, la cual fue inaugurada en julio de 1862.
A principio del 1900 se le encomienda a Gustavo Eberlain, escultor alemán, que realizara el basamento del monumento. En dicha obra, considerada como una segunda etapa, podemos apreciar los hitos relacionados con la independencia argentina y latinoamericana, las tres batallas más importantes de San Martín: la de Chacabuco, la de Maipú y la de San Lorenzo, y referencias al cruce de los Andes, la proclamación de la Independencia del Perú, la Batalla de Salta y la Toma de Montevideo. El arquitecto alemán también dejó plasmada la alegoría de la vida de un soldado en cuatro esculturas llamadas: la partida, la batalla, la victoria y el regreso, las mismas se encuentran en los vértices del monumento.
Tips
Como mencionamos anteriormente, la segunda etapa del monumento estuvo a cargo del alemán Gustavo Eberlein, quién comenzó a realizar dicha obra en su país, lo cual significó un problema a la hora de la supervisión. A raíz de esto, la representación de algunos soldados y otros pequeños detalles de la obra no se ajustan a la verdad histórica del momento, un ejemplo de esto es que ciertos soldados lucen uniformes con características napoleónicos, los cuales no se parecen a los originales, pero como la mayoría de los relieves ya habían sido fundidos, sólo se pudieron enmendar unos pocos errores.
Información práctica
Precios
Entrada libre y gratuita
Transporte
Plaza San Martín