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Mona Lisa - Giocconda

La Gioconda es una obra que a lo largo de la Historia ha causado grandes enigmas, los detalles visuales que inundan el ojo del espectador tienen múltiples perspectivas. Y es que, a primera vista es probable que sólo observemos a una mujer erguida y sentada sobre una silla, sin embargo, cuando procedemos a ver su rostro a detalle, podemos notar una mueca que da la impresión de lo que pretende ser una sonrisa, la famosa “sonrisa de la Mona Lisa”, la cual dio paso al misterio que lleva a la pregunta ¿por qué sonríe?, sin embargo, no se sabe si es una sonrisa o una expresión de melancolía, adivinarlo se ha convertido en un juego en el que nadie ha podido obtener la respuesta exacta hasta nuestros días. Algunos investigadores la llamaron posteriormente “la sonrisa inalcanzable” ya que, cuando parece que estás a punto de ver la sonrisa, esto no sucede por completo y sólo te quedas a la expectativa.
De fondo, encontramos un paisaje que algunos especialistas en el tema llamaron surrealista por sus tonos azules y marrón, pero también por la profundidad que tiene debido a los relieves, en la parte de abajo un sendero, un puente, y en la parte de arriba montañas y agua en color azul.
Por otro lado, observamos que la posición del cuerpo está en una dirección, sin embargo, la cara y el pecho se inclinan ligeramente de lado, en dirección al espectador, el brazo izquierdo reposa flácido sobre el descanso de la silla, mientras el brazo derecho toma el izquierdo con la mano, como sujetándose de él para una posición más cómoda, lo que da un efecto de lejanía con el espectador. La pintura tiene un aspecto de profundidad, logrado mediante una técnica dominada por Da Vinci, llamada sfumato, que implica la transición suave y delicada de un color a otro, de manera que sea casi imperceptible para el ojo humano dicha transición, creando así, un efecto de tridimensionalidad, una especie de neblina que atenúa las formas.

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Tips

Una de las preguntas más recurrentes entre los espectadores ha sido: ¿quién fue la mujer del cuadro?, por lo que esta pregunta se convirtió en un motivo de estudio para los especialistas en el tema, lo cual los llevó a descubrir que la mujer representada en la pintura fue Lisa Gherardini, esposa del mercader Francesco Bartolomeo de Giocondo, quien encargó la obra a Da Vinci. Te preguntarás por qué la Gioconda no tiene cejas ni pestañas, tal vez pensarás que era una mujer totalmente lampiña, pero no es así, de hecho, se sabe por estudios realizados a la obra que sí tenía cejas y pestañas, sin embargo, la pintura fue restaurada varias veces, por lo que se piensa que a lo largo de dichas restauraciones fue perdiendo las cejas y las pestañas.
La obra a lo largo del tiempo fue posesión de mercaderes y reyes de Francia, hasta que posteriormente, fue situada en el museo Louvre.
Es curioso que la obra no fue tan popular sino hasta que fue robada en 1911 del museo de Louvre; notaron que había sido robada veinticuatro horas después del robo, lo cual apunta a que no era tan famosa en ese entonces. La imagen apareció en muchos periódicos, hubo una reproducción mecánica, hasta que finalmente fue recuperada. La gente siguió la búsqueda y recuperación de la Gioconda casi como si se tratara de su serie favorita, de la que no se quieren perder el desenlace por ningún motivo, siempre intrigados por saber lo que ocurrirá después, detalle a detalle. Fue así como llegó a convertirse en una de las obras más populares y comentadas mundialmente.


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