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Anthropology Museum

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Coatlicue

Esta es la diosa madre de los aztecas, Coatlicue. La estatua resume, de modo magistral, la concepción nahuatl de la diosa madre en su doble papel creador y destructor. Alta, de 2.60 metros, aparece decapitada. De su cuello brotan dos torrentes de sangre en figura de cabeza de serpientes que se miran una a otra. El chorro de sangre transformado en serpiente sólo puede ser el símbolo de la vida volviendo a surgir. Su pecho se ve ornado de manos cortadas y de corazones arrancado. En la parte baja de su busto, tanto como en medio de sus espaldas, aparece un cráneo humano. La falda de la diosa se compone de serpientes entrelazadas, de entre las que salen piernas macizas, fundadas en unos pies inmensos con garras escalofriantes. Penden sus senos, flojos como los de una mujer que ha amamantado a muchos hijos. La mayor resonancia mítica la restituye la parte superior de la estatua. La cabeza de Coatlicue se ve reemplazada por dos cabezas de crótalos dispuestas frente a frente.

Coatlicue era madre de los Centzon Huitznáhuac cuatrocientos surianos, dioses de las estrellas del sur, así como de la diosa Coyolxauhqui, que regía a sus hermanos. Estaba viviendo en el cerro de Coatepec, donde hacía penitencia; tenía a su cargo barrer. Una vez, mientras barría, cayó del cielo un hermoso plumaje, que ella recogió y colocó en su seno. Cuando terminó de barrer, buscó la pluma que había guardado, pero no la encontró. En ese momento, quedó embarazada del dios Huitzilopochtli. Ese embarazo misterioso ofendió a sus otros cuatrocientos hijos (los Centzon Huitznáhuac) que, instigados por su hermana Coyolxauhqui, decidieron matar a su deshonrada madre.
Así lo quisieron, pero Huitzilopochtli nació armado completamente y acabó con sus hermanos y hermanas estrellas. Cortó la cabeza de su hermana Coyolxauhqui, que quedo en la cima del cerro, mientras el cuerpo desmembrado rodó hacia el pie del cerro. Ese relato quedó representado en el Templo Mayor del recinto ceremonial de Tenochtitlan. La gran pirámide coronada con el templo de Huitzilopochtli representaba el Coatepec (se hallaba constelada de cabezas de serpiente en piedra), y a su pie yacía el monolito de la Coyolxauhqui desmembrada. Los sacrificios humanos que se realizaban en la cima de la pirámide hacían referencia al antiguo mito ya que los cuerpos de las víctimas debían rodar hacia abajo igual que el cuerpo de la diosa Coyolxauhqui.

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