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Orsay

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Arearea ou Joyousness

Cuando Paul Gauguin pinto este óleo sobre lienzo, el se encontraba en Tahití y también es conocida como El Perro Rojo. Esta pintura pertenece a la corriente artística del expresionismo y la intención de Gauguin es la de presentarnos una obra en la que se puedan aplicar los conceptos de la sinestesia, esto quiere decir fusionar la música y la pintura. ¿Cómo lograría esto Gauguin? Básicamente ocurriría al activar nuestros sentidos utilizando los ritmos de formas y colores con los sonidos que se pretenden escuchar. Esta es una de las pinturas más conocidas del artista.

Gauguin con esta pintura nos muestra un mundo en el que existen una armonía de líneas y colores que tienen la intención de hacernos sentir emociones similares a la que la música puede provocarnos. El pintor nos muestra lo que podría considerarse una escena paradisiaca en la que música, seres humanos y naturaleza conviven en completa paz y armonía donde no hay una sola pizca de drama o algún evento que parezca que pueda afectar esta condición.

Gauguin también sigue con sus tendencias hacia el primitivismo al mostramos esta escena de locales tahitianos, mostrando una realidad que puede que no haya sido una representación exacta; pero que es la interpretación de lo que Gauguin quería que viéramos y sintiéramos.

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Tips

Arearea es una palabra tahitiana que tiene como significado diversión o pasatiempo gozoso y alegre. Gauguin la aprendió cuando vivió en Tahití en 1981, inspirándose no solo lo que vio en su estancia, si no también en las tradiciones locales, leyendas, religión y cuentos. Esta de hecho fue su primera estancia en este país, Gauguin terminaría regresando a Paris, pero sintiéndose decepcionado de su estancia allá decide regresar dos años después a Tahití donde finalmente terminaría falleciendo en 1903.

Gauguin se interesó por rescatar los elementos originales de la cultura polinesia, ya que para aquella época en la que Gauguin arribó la cultura de esta región ya había sido muy afrancesada debido a la colonización francesa, aunque para Gauguin esa cultura original aún podía prevalecer y esto era lo que el pretendía mostrar.

Esta es una de tantas pinturas que Gauguin hizo en Tahití y que luego fueron exhibidas en 1893 en Paris mostrándole a los asistentes una prueba del exotismo que existía en el mundo y del que muchas personas desconocían. Lamentablemente no fue tan bien recibida esta pintura y la exhibición en general, entre las quejas fueron los títulos en tahitiano, el perro rojo que apareció en más de una pintura. A pesar de esto, Gauguin consideró esta pintura como su obra más lograda e inclusive la compro el mismo.