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Vatican Museums

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Sala de Cruz Griega

Realizada por el arquitecto Michelangelo Simonetti, constituía el monumental ingreso al Museo de colecciones clásicas por deseo del papa Pio VI. El gran portal de acceso está encuadrado por dos gigantescos atlantes de aire egipcio provenientes de la villa de Adriano; el emperador efectuó numerosos viajes a Oriente, durante los cuales absorbió la cultura de las grandes civilizaciones, los lugares simbólicos y las provincias del Imperio. En un sector Adriano realizó el Canopo, un vasto ambiente que simboliza Egipto y cuya arquitectura reproduce un mapa monumental del país con elementos decorativos y un conjunto de estatuas de aire egipcio que comprendía también dichos atlantes. Estas creaciones eran una especie de pilares de forma humana y habitualmente representaban el dios Osiris, el superintendente del mundo de los muertos, por lo que eran conocidos como ‘’pilares de osiris’’. Los dos atlantes, coronados por capiteles que recuerdan a los típicos capiteles egipcios con grandes flores de loto, llevan gorro y falda corta y se presentan en la clásica posición rígida y frontal de las estatuas egipcias, que se funde con otros elementos arquitectónicos, confundiéndose con ellos.
El mosaico, en el ingreso de la sala, proveniente de un triclinio (comedor) de una villa romana fue ampliamente integrado en el siglo XVIII. En el centro del círculo se presenta un busto de Atenea, la diosa de la guerra por excelencia, con un yelmo con cresta y egida, una especie de coraza en piel de cabra sobre el pecho, en medio de la que destaca el gorgoneion, un medallón que representa el rostro de Medusa. Según la mitología antigua, Atenea había fijado sobre su escudo la cabeza de la Gorgona, que tenía la propiedad de transformar en piedra a cualquier ser que la mirase, y Perseo cerceno.
La presencia de gorgoneia sore los mosaicos no cumplia solo una función ornamental: la terrible mirada de la Gorgona tenía el poder de petrificar y, pasando el mito a la vida cotidiana, su representación en el suelo de una sala ahuyentaban supersticiosamente los eventos negativos y prevenía a los huéspedes.

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